El debilitamiento de la economía parece que frena el crecimiento de los precios y sigue presionando a la baja los mercados de materias primas. Aunque la inflación mundial ha empezado a estabilizarse, la presión sobre los precios se mantiene en niveles históricamente altos. La combinación de este incremento de precios y de los costes de endeudamiento crecientes está limitando a consumidores y empresas.

Nuestros expertos consideran que la moderación del gasto de los consumidores en bienes y servicios y la atonía de la actividad manufacturera, junto con el debilitamiento de la demanda B2B y el crecimiento de la inversión de capital, reducirán la demanda de materias primas energéticas y metálicas y limitarán el crecimiento de los precios este año.

Mientras que en los últimos años la atención se ha centrado en garantizar el suministro de productos difíciles de conseguir a un precio razonable, ahora es necesario tener una visión más amplia de los costes de la empresa. A medida que el clima económico se endurece y el aumento de los precios deja de ser una herramienta viable para aumentar los beneficios, los directivos de las empresas pasarán a centrarse en mantener o mejorar los márgenes mediante la reducción de costes. También suele ocurrir, sobre todo después de un periodo en el que la atención se ha centrado en otra cosa, que hay un margen sustancial para la reducción de costes en el espacio de los  proveedores.

En momentos difíciles, como cuando la coyuntura económica se deteriora, el aprovisionamiento puede proteger a la organización y situarla en una posición que le permita cosechar beneficios económicos cuando vuelva a crecer. Algunas empresas estarán bien equipadas para comprender la mejor manera de aprovechar al máximo las oportunidades de costes potenciale mientras que otras se encontrarán poco preparadas, al carecer de los recursos clave, la inteligencia de mercado y la estrategia de categoría para aprovechar el valor.

Para todos los que trabajan en o con el aprovisionamiento, ahora es el momento de prepararse para el próximo gran reto y garantizar que el aprovisionamiento esté en el centro de las soluciones empresariales estratégicas, como lo ha estado durante el periodo de volatilidad de las cadenas de suministro en los últimos años.

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